3 HÁBITOS QUE MANTIENEN JOVENES A LOS JAPONESES

Si eres de esas personas interesadas por la salud y el bienestar, tratando de tener siempre presente cómo cuidarse, lo que hoy vamos a contar en este post te interesa y mucho. A veces, sin ser conscientes de ello, tenemos soluciones al alcance de nuestra mano. Y hoy nos vamos a centrar en tres hábitos de los japoneses que hacen que se mantengan jóvenes y saludables. ¡Sigue leyendo para saber más!

Actividad continua

Una de las características que mejor define a los centenarios japoneses es que siempre se mantienen en continua actividad. Son personas que nunca dejan de levantarse por la mañana sin algo que hacer ese día. Tienen rutinas que les mantienen inmersos en diversas tareas y siempre están de alguna forma ocupados.

Esto no solo ocurre con los ancianos japoneses. Por norma general, los más longevos del mundo suelen llevar una vida intensa. Son personas que con el envejecimiento no se apagan como una flor que se marchita. Necesitan vivir más años porque siempre tienen algo que hacer. Cuando esa actitud frente a la vida desaparece es justo cuando comienza el declive.

Todos los ancianos que entrevisté en el pueblo de Ogimi coincidían en varias cosas. Una de ellas es que se mantenían inmersos en una ocupada actividad diaria. Posiblemente, la persona que más me sorprendió en este sentido fue Taira Sumiko, de 99 años de edad. No solo se trata de una anciana que vive sola y que por ello se encarga de todas las tareas del hogar, sino que también sigue cultivando una huerta con la que obtiene la mayor parte de los vegetales y frutas que consume habitualmente. Además, cada día escribe en su diario y todas las mañanas desde hace 78 años sin falta hace la gimnasia diaria Taiso. Se trata de un programa de ejercicios matinales de calistenia de 15 minutos de duración que se emite diariamente por la cadena NHK de la radio japonesa a las 6:30h de la mañana y el cual sirve para desarrollar “la fuerza y la gracia”, mejorar la salud de los practicantes y aumentar su autoestima además de promover un sentimiento de comunidad y de grupo. Por si esto fuera poco, Sumiko también es jugadora de Geeto Booru y participaba en torneos a nivel regional. Cuando le pregunté cual era su secreto para mantenerse joven durante tanto tiempo, sin pesárselo dos veces, me dijo que lo más importante era estar activo y no dejar de vivir la vida como si cada día fuera el último.

Por todo esto es muy importante que tratemos siempre de mantenernos inmersos en la actividad sin tener en cuenta los años que vayamos cumpliendo. Si nuestro trabajo no nos satisface lo suficiente como para continuar haciéndolo aún después de haber llegado la edad de jubilación, deberíamos de buscar otras cosas que hacer con el fin de no perder la chispa que nos permita disfrutar de cada día de vida. Si pensamos llegar a los 65 años para por fin poder descansar y pasarnos el resto de nuestro valioso tumbados en el sofá, ya podemos empezar a olvidarnos de vivir más de 100 años. El cuerpo solo llega tan lejos cuando tiene un motivo por el que permanecer aquí. Descansar no es uno de ellos.

Con esto no digo que debamos de estar haciendo cosas hasta la extenuación. Por supuesto, a mayor edad, menor debe de ser el ritmo y los espacios de descanso para la recuperación se hacen absolutamente necesarios. Lo ideal es intentar encontrar un punto de equilibrio que nos permita funcionar en un estado óptimo sin dejar de hacer cosas y sentirnos útiles.

Ten cuidado con el sol

Recibir los rayos del sol con moderación puede resultar estupendo para la salud. Varios estudios científicos han demostrado que el impacto del sol en la piel es necesario para metabolizar correctamente la vitamina D. Sin embargo, una sobrexposición al sol puede ser mucho más dañina que no recibir ni un solo rayo.

Los japoneses son bien conocedores del impacto negativo que el sol puede tener sobre su piel y por ello, se preocupan por intentar no pasar demasiado tiempo bajo los rayos que emite. Es fácil ver paseando por la calle a personas utilizando un paraguas con protección de rayos UVA los días en los que el sol pega con fuerza o mujeres con viseras y guantes largos para montar en bicicleta.

Baños termales

Desde hace muchos años, los japoneses tienen la costumbre de darse baños en aguas termales. Las islas del archipiélago nipón están ubicadas en una de las zonas volcánicas más activas del planeta. El agua caliente que mana de la tierra es muy abundante y gracias a ella, se han establecido por todo el país los conocidos onsen.

Son pequeños balnearios en los que canalizan las aguas naturales que emergen de las profundidades. En ellos, aprovechan para relajarse y disfrutar de un buen baño caliente.

Según los japoneses, las termas tienen potentes efectos rejuvenecedores. Se piensa que estas aguas tienen la capacidad de reducir los radicales libres del cuerpo proporcionando así un potente efecto antioxidante. Entre las mujeres, los baños en el onsen son especialmente populares porque después de salir del agua, la piel se queda suave y brillante.

Además, ya hay un buen número de médicos que recomienda los baños en aguas termales como forma para depurar el cuerpo de toxinas. Las aguas termales suelen ser ricas en sales minerales. Lo que propicia que, gracias al efecto de homeostasis, el cuerpo pueda expulsar parte de esas toxinas al agua durante el baño.

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