Origen del karate, parte I
La verdadera historia del origen del Karate es difícil de situarla en el tiempo, aunque se sabe que las artes marciales de Japón fueron influenciadas por China y que ésta recibió la influencia de la India en la práctica de las artes marciales.
Cerca del 520 d. de C. un monje budista llamado Daruma Taishi viajó a China, donde enseñó a los monjes del Templo Shaolin sobre el budismo zen. Creó un método por el cual podrían desarrollar suficiente fuerza física como para poder llegar a obtener la esencia del camino del budismo.A partir de este conjunto de movimientos que tenían como claro objetivo fortalecer la mente y el cuerpo, Daruma Taishi fundó el origen de las artes marciales. Los monjes Shaolin pronto ganaron gran reputación en China, dedicando su vida a transmitir la enseñanza del budismo zen por medio del arte del combate.
A finales del siglo XII el budismo zen se introdujo en Japón convirtiéndose en la religión de la clase Samurai
Okinawa gracias a su situación grográfica, recibió de primera mano la base de las artes marciales chinas. En 1372 el rey de la isla Satto, estableció relaciones diplomáticas con el emperador Ming. Parte de ese acuerdo implicaba un intercambio de gente experta en artes marciales, por lo que los habitantes de Okinawa mejoraron y evolucionaron sus técnicas de pelea y es entones cuando empezó a forjarse el camino del karate-do.
El primer maestro en enseñarlo en las escuelas fue Anko Itosu y pronto le siguió Gichin Funakoshi, considerado como el padre del karate-do moderno.