Itsukushima, la isla santuario en la que conviven hombres y dioses

Itsukushima es una isla que se encuentra en el Mar Interior de Seto a 10 minutos en ferry desde Hiroshima. La isla es junto con la bahía de Matsushima y la lengua de tierra de Amanohashidatempa una de las Tres Vistas de Japón del filósofo japonés Hayashi Razan (algo así como la versión japonesa de las siete maravillas del mundo antiguo) y no en vano ofrece algunas de las estampas más bellas de todo el país.

Conocida popularmente como Miyajima, la isla santuario, debe su nombre al famoso santuario sintoísta de Itsukushima y al enorme Torii flotante de 16 metros de altura hasta el que podemos llegar caminando con la marea baja. El Ootorii servía originalmente como un instrumento de purificación antes de llegar al santuario mediante una pequeña barca, y estaba terminantemente prohibido ni tan siquiera pisar la isla (de ahí que el templo esté construido sobre pilares en el mar).

itsukushima miyajima

Se tiene constancia de que el pico más alto de la isla, el Monte Misen (con 530 m), era adorado por los locales desde tiempos ancestrales, y a finales del siglo sexto su devoción terminó impulsando la construcción del santuario dedicado al Itsukushima no kaki (el dios de Itsukushima), ocupando un puesto entre las deidades más célebres y empezando a recibir ofrendas de la mismísima casa imperial. Con el paso de los siglos su popularidad tan solo iría en aumento, y en 1168 Taira no Kiyomori, el hombre más poderoso de Japón durante el final del periodo Heian, decidió financiar su reconstrucción y ampliación bajo la firme convicción de que el dios de Itsukushima era la deidad guardiana de su familia, el clan Heike, uno de los mayores clanes de samurais de la historia de Japón. Taira consideraba que sus éxitos militares en las guerras Hogen y Heiji y su posterior carrera política se debía a la protección de este kami, acudiendo a la isla a rendirle culto en todos los momentos clave de su vida.

Dos siglos después, y tras relajar las prohibiciones al respecto, la isla empezó a cobrar importancia comercial gracias a su posición en el mar  interior, lo que dio lugar a la construcción de un mercado y el desarrollo del área urbana, habitada en la actualidad por unas 2000 personas.

 

Actualmente Miyajima se ha convertido en un enclave turístico perfecto para los amantes de la naturaleza, y al igual que Nara, cuenta con una considerable población de ciervos Sika campando a sus anchas por las calles a la caza de turistas. Suelen ser muy amistosos y confiados aunque demuestran un feroz apetito por cualquier cosa que parezca, huela o sea remotamente similar a comida, mapas incluidos.

La isla cuenta con una oferta razonable de alojamientos entre los que destaca el espectacular (aunque carísimo) hotel Iwaso, conocido por haber llegado a alojar a la familia real en más de una ocasión, aunque el dato pierda toda importancia tras admirar su espectacular emplazamiento y delicada construcción. ¡Por cierto! No olvidéis echarle un ojo a esta web para calcular con exactitud las mareas y programar vuestra visita a los distintos puntos de interés de la isla (o la cercana Hiroshima) de forma que podáis aprovechar la marea baja para ir hasta la puerta Ootorii y regresar más tarde tras su subida.

 

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