KARATE Y TDAH

                              
Cada vez más expertos empiezan a apostar por otras terapias de intervención socio-educativa como una alternativa complementaria para reducir los síntomas del TDHA en los niños.

La práctica regular de deporte puede reducir considerablemente los síntomas de la hiperactividad e impulsividad. El deporte contribuye a canalizar el exceso de energía, a la vez que mejora la capacidad de atención y estimula el autocontrol.

Aunque todos los deportes resultan beneficiosos para los niños con TDAH, existen algunos que aportan mayores ventajas.

¿Qué deportes debería practicar un niño con TDAH?

1. KARATE

Es una de las artes marciales más antiguas cuyas técnicas se basan en la tradición filosófica y espiritual del Bushido. Es una práctica deportiva muy completa que demanda una gran disciplina, un entrenamiento riguroso, coordinación y una gran habilidad mental.

Es un deporte excelente para potenciar el autocontrol y el autoconocimiento, lo cual ayuda a que el pequeño regule mejor sus emociones y mantenga bajo control su impulsividad. Esto se debe a que la práctica del karate estimula la producción de dopamina, serotonina y norepinefrina a nivel cerebral, lo cual mejora la capacidad de atención.

El karate permite descargar el exceso de energía, potencia la concentración y acorta la velocidad de reacción y el tiempo de ejecución, tanto a nivel físico como mental.

2. TAEKWONDO

Es un deporte que demanda un entrenamiento muy completo, tanto a nivel físico como mental. Su práctica sistemática estimula el pensamiento reflexivo en los pequeños, reduce la agresividad y potencia la confianza en sí mismos. No sólo se trata de un deporte de fuerza sino que también es necesario desarrollar una actitud mental positiva, por lo que se recomienda para aliviar los síntomas de impulsividad e hiperactividad en los niños con TDAH.

3. NATACION

Ayuda a canalizar el exceso de energía, a la vez que relaja los músculos y la mente. Focaliza la atención, mejora la concentración y estimula el autocontrol, una habilidad muy útil para su vida cotidiana. Fortalece la confianza en sí mismos y potencia la independencia y autonomía infantil, dos cualidades que ayudarán a los pequeños con TDAH a enfrentar los conflictos de su vida diaria. Es un poderoso aliado para reducir los niveles de ansiedad y estrés, a la vez que favorece la socialización.

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